Estimados lectores, El Maicrogüeif se ha vuelto a adelantar a la angelical Iglesia; al profesional de dar charlas, José María Ánsar, y a la siempre objetiva y aséptica Cadena COPE, para censurar la ola de infortunios con los que las hordas rojas, nacionalista y separatistas, están castigando a la nunca suficientemente pondera Familia Española.
Y es que parece que, en los globalizados tiempos que corren, en los que la sociedad parece vivir más a menudo en el virtual mundo de Internet -ese satánico producto creado por unos jipis yanquis-, no hay tiempo para fomentar los valores de la familia y, en concreto, los de la Familia Española.
En esta oscura época en la que nos ha tocado vivir, en la que la mujer ha dejado el calor del hogar para ponerse pantalones y trabajar (como si de un hombre se tratara), descuidando sus obligaciones naturales como esposa y madre; observamos con impotencia como, cada vez con más frecuencia, se toleran las relaciones extramatrimoniales. Y lo que es peor: el divorcio comienza a hacer mella en la tradición ibérica y, más en concreto, en la sagrada Familia Ibérica (Creemos honestamente que Portugal es una provincia reconvertida en apéndice).
Primero el rutilante Francisco Álvarez Cascos; después Doña Letizia, antes de ser Doña; a continuación el ¿asturiano? Rodrigo Rato; ayer nos enterábamos de que alguno de los Duques de Lugo, en un alarde de sensatez, promovía un cese temporal en su relación y hoy, con tristeza, asistimos a la confirmación de la ruptura de Cruz y Raya, o lo que es lo mismo, el moreno epiléptico y el otro, quienes son candidatos a convertirse en “pila” en nuestra flamante sección.
Astutos como ardillas, nuestros lectores pensarán: “de puta madre, ya nos hemos librado de ellos”. Pues no queridos amigos, no es así. No contentos con repetir los mismos chistes cansinos y sin gracia en su versión duada, los ¿artistas? han optado por dividirse, cual ameba, para continuar con su vida profesional por separado.
Así, mientras uno mendiga trabajo en las diferentes televisiones de la península (nos referimos, por supuesto, al más fornido), el otro, el “anguila”, asegura su continuidad en la televisión de todos los españoles y ya ha firmado un contrato para elaborar, con la calidad que le caracteriza, un programa especial que se emitirá en algún horario de máxima audiencia en la temporada navideña. El divorcio, amigos, está haciendo mucho daño.
El Pley
miércoles, 14 de noviembre de 2007
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