¡Era él! ¡Y ha vuelto! No había saltado a las aguas del Támesis, no era el médico de la reina, no pertenecía a ninguna logia masónica. No, ¡oh, Dios mío!
Jack en realidad era Gab, Gabino the Ripper. No hay más que verlo. Miradlo si no cómo galantea a esa pálida moza de la vida callejera mientras sostiene a su hijo en brazos. Antes de narcotizarla, antes de llevársela a Villa Magdalena para cometer sabe el Señor qué atrocidades con ella y su criatura, ¡debemos hacer algo! ¡Que alguien le dé un papel en una Zarzuela a este señor antes de que su vil sed de chuchitril invicto acabe con nuestra paciencia!
elbuzo
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