Vamos a ponernos políglotas. No hay más remedio, camaradas, y bien que lo siento. Pero es que, mirad, resulta que el Economist, que no es precisamente una revista marxista-leninista, hace en su boletín diario un análisis de las elecciones en Serbia que no se sabe cómo va a sentar en El País. De lo poco comprometido con la UE que es. De lo distante que se pone. De lo pasota que es con la Europa überguay. De lo inteligente que es su análisis, desprovisto de la babosa retórica de Ramón Lobo. Ya os digo. Mejor sería leerlo en castizo pero es que la cosa está muy malita.
Tanto que resulta que hay que regresar a un veterano donde los haya (o "hubiere") para congraciarse un poco con esta clase periodística tan nuestra y tan patria. El veterano es M.A. Bastenier, que publica en el mismo periódico desde el que se insulta a la soberanía de los países que votan lo que no nos gusta o se alían con "nuestros" enemigos. Pues Bastenier caga un poco pa esa línea consensual y hace un interesantísimo análisis sobre Guatemala y sus circunstancias. Merece la pena volver al castizo aunque sea como excepción.
La pregunta que me ronda entonces es la siguiente: ¿qué pinta Bastenier en ese periódico que ya no parece el suyo? ¿Será posible que el diario más importante en lengua española haya girado hacia un lugar en el que no se reconocen ni sus más excelsas figuras? O sea, ¿algo se mueve o es que ya se ha movido?
elbuzo
lunes, 21 de enero de 2008
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